6/25/2013

LOS RELATOS DE RAFAEL EL VAQUERO. LA HISTORIA DE INDIANO, UN TORO DE BARBERO.


Terminó la feria de mayo. Córdoba trata de recuperar la serenidad. Tras una semana de  celebraciones la ciudad se despereza. Sus gentes caminan por sus calles cansinamente. El cansancio se acusa, tanto en el físico, como en el bolsillo. Es hora de la vuelta a la normalidad, a lo cotidiano, a los problemas de cada día que en estos tiempos se acrecientan, y sobre todo a volver a ser nosotros mismos. Con nuestros defectos y también con nuestras virtudes. Córdoba se sacude una semana de fiesta que ha servido para que la ciudad parezca despierta y viva, pero sobre todo, para hacer olvidar nuestros problemas, pero finalmente todo no ha sido nada más que un espejismo. Todo vuelve a ser lo que era. La cruda realidad se vuelve a vivir, es algo inherente a la vida. Lo otro, la feria o la fiesta, como todo lo efímero, pasa de largo.
El eje que une Tendillas con la plaza de la Corredera, lugar con reminiscencias taurinas de las que aún sobrevive la calle Toril, ha perdido el trasiego de días atrás. Las gentes de la tierra, y las foráneas también, hace unos días caminaban presurosos al Arenal. Hoy lo recorren algunas amas de casa hasta el mercado central, así como visitantes ávidos de contemplar la única plaza porticada de Andalucía.  La Corredera conserva la fisonomía de su gran última reforma, eso sí, invadida por veladores de bares y una horrenda concepción de granito combinada con unas anacrónicas farolas, culmen todo del mal gusto de los “artistas” de hoy. Pero ahí continúa. Testigo mudo y marco de fiestas de cañas y toros, de autos de fe, de ejecuciones y de otros muchos más acontecimientos que marcaron el desarrollo e historia de una ciudad como Córdoba.
La concepción de la plaza se debe a dos nombres. El del corregidor Ronquillo Briceño y al del arquitecto castellano Antonio Ramos Valdés. Este último concibió, por orden del primero, un espacio rectangular con balconadas en las casas que lo conforman. Todas a excepción del palacio del propio corregidor, obra manierista, y la llamada casa de Doña Jacinta, señora esta que los tenía que tener muy bien puestos, y que se opuso a que su casa fuera demolida para adecuarla al proyecto del arquitecto Ramos Valdés consiguiendo incluso una real cédula de Carlos II que finalmente impidió la ejecución de la idea del corregidor.
 En el antiguo palacio del corregidor se ubica hoy el mercado central. De allí salgo tras comprar un poco de pescado fresco para freír con el aceite de la tierra. Al llegar a la altura del llamado Arco Alto, me encuentro a Rafael que toma presuroso la Espartería camino de cualquier taberna, pues es la hora de la tradicional copa del mediodía.
-Rafael, buen hombre, ¿Dónde va usted tan ligero?
- Hombre, amigo mío. ¿Dónde cree osté que me dirijo a estas horas?
- Pregunta estúpida por mi parte. Venga le acompaño que llevamos la misma ruta y antes de entrar a mi casa me tomo una copa con usted y le convido.
Rafael sonríe. Le ha hecho gracia que me autodefina estúpido. Es su sorna, su particular humor. Lo veo con un aspecto inmejorable. Impecablemente vestido, como siempre, y con fuerza pues sube la cuesta de la Espartería a una velocidad de vértigo a pesar de sus ochenta y tantos años.
-          Rafael ¿ha ido usted a la feria?
Rafael calla por un momento. Pero rápidamente me pregunta él a mí.
-          ¿A la feria? ¿O a los toros? Porque a la feria desde que se la llevaron de la Victoria al Arenal no he ido. Pero a los toros sí que he ido. Solo falte el día de los caballos, que como bien sabe osté cada vez me gusta menos ver a los toros “mutilaos” y encima humillaos con esas esibisiones de doma ecuestre.
Tras coronar la Espartería, como si fuera el mítico Angliru, tomamos Claudio Marcelo hasta llegar a la esquina con la calle María Cristina, donde nos sentamos en la terraza de la clásica taberna El Gallo. Pido dos medios de vino y un platillo de aceitunas.
-          Bueno Rafael y que le ha parecido la feria taurina, que a la otra ya me ha dicho usted que no va.
-          La feria ha tenio cosas buenas y cosas malas. Las buenas, que se han visto cosas que no las volveremos a ver, como las faenas de Morante de la Puebla, el toreraso que es José Luis Moreno y que a la afisión cordobesa a poco que se la cuide responde. Lo malo es que el toro cada vez importa menos a todos y eso es un error. El toro es lo más importante de la fiesta.
-          La verdad es que si Rafael. El toro, aunque se ha subido un punto en su presentación, ha estado por debajo de lo que debe ser para una plaza como Córdoba.
-          Bueno, quisá en presentación ha estado más o menos correzto. Pero en comportamiento, ay, el comportamiento. El toro debe de ser un animal con fieresa, no estos que han salido de toriles como si estuvieran amaestraos. Que en el primer tersio ya asoman la lengua y da pena de verlos. ¡Coño, si parese que salen del chiquero hasta picaos!
-          Bueno al menos este año la cosa ha tenido cosas positivas Rafael, hay que mirar siempre lo bueno.
-          Bueno, bueno, pero hasta que no salga un toro fiero todo tendrá menos importansia o quisá ninguna.
-          En fin Rafael, que para usted el único toro ha sido el del cartel ¿me equivoco o no?
-          Como lo sabe osté. Eso sí que era un toro. Un toro de los de antes. Por sierto ¿conose osté su historia?
-          El toro “Indiano” de la ganadería de Rafael José Barbero y estoqueado por Lagartijo el Grande en Zaragoza.
-          Ozú, está osté bien enterao de too.
El toro "Indiano" de la ganadería de Barbero

Nos reímos con ganas. A Rafael le hace gracia que sepa la historia del toro que ha figurado en los carteles de la feria de Córdoba de este año. La verdad es que cuando escribí para “El Día de Córdoba” el artículo sobre la presentación de la feria taurina, estuve investigando sobre el toro en cuestión y eso Rafael obviamente lo desconocía. Rafael se queda muy serio. De pronto, y tras beber un trago de vino, me dice:
-          ¿Conosé osté por casualidad los orígenes de la ganadería de los Barbero?
-          Algo he leído, pero mejor cuente usted que es más de la época.
Rafael cambia el gesto. Se queda muy serio y me dice entre bromas y veras:
-          ¿Me está disiendo osté viejo?
-          No se lo tome usted a mal hombre.
Rafael se ríe con ganas.
-          Hombre, a mal no lo tomo. Soy un ansiano pero viejo todavía no, amigo mío.
-          Pues cuénteme la historia de la vacada de Barbero que para eso es usted un anciano.
Toma otro sorbo de vino. Toma una aceituna y tras comerla despaciosamente comienza su relato.
-          Siempre le he dicho que las buenas ganaderías se obtienen mediante cruses. Ahora se defiende mucho la puresa de sangre, pero la verdad no es otra que esas castas hoy tan defendidas por su puresa son mestisas. Fíjese osté bien: Santacoloma: Saltillo e Ibarra. Los patasblancas: Veragua y Santacoloma. Lo de Iban: Contreras con Domecq. Toas tienen algo de cruse y la de Barbero no podía ser menos.
-          La verdad es que si Rafael, incluso el toro artista de Domecq es una amalgama de sangres y lo de Torrestrella no digamos. Pero siga usted contando lo de Barbero.
-          Rafael José Barbero, que asin se llamaba nuestro hombre, era un comerciante de tela que tenía su residensia en el barrio de San Pedro. Afisionao al campo compró la ganadería brava de Álvaro Muñoz Pereiro que era pura de casta “jijona”. La ganadería la establesió en la finca “Cordoba la Vieja” y en otras de la vega de Palma del Río siendo el mayoral José de la Haba que fue, si osté no lo sabe, padre de Manuel de la Haba “Zurito” fundador de la dinastía torera que aún en nuestros días perdura con este nuevo “Lagartijo” que tan buen corte tiene de torero.
-          ¿Entonces Rafael la ganadería de Barbero era pura de casta jijona?
-          Pos en origen, si. Pero más adelante hubo una crusa con toros de José Rafael Cabrera. Este cruse es todavía un misterio. Unos dijeron que Barbero compró sementales, otros que aprovecho una corrida cabrereña que iba camino de Madrid y paró en Córdoba la Vieja, y otros que los de Cabrera estando en Córdoba se dedicaron a conquistar amorosamente a las vacas jijonas de Barbero.
-          Teniendo en cuenta Rafael que en aquellas épocas no había sementales fijos en las ganaderías a saber lo que paso allí realmente Rafael.
-          Lo sierto y verdad es que donde había coloraos y castaños comensaron a aparecer pelos cárdenos, berrendos y negros, señas de que algo había pasao.
Hierro de la ganadería de Barbero

La tertulia con Rafael es amena. Conoce el historial de las ganaderías antiguas de Córdoba como pocos. Sigo interesado en lo que me está relatando y me veo obligado en pedir otra ronda, vaya a ser que corte y me quede sin terminar de conocer la historia de la antigua torada de Barbero. Nos traen un par de medios de fino y una suculenta ración de boquerones en vinagre libres de cualquier anisakis.
-          Continúe Rafael, ¿Qué más cosas pasaron por la ganadería de Barbero?
-          Le he dicho que aunque soy mayor de edad y tengo muchos años, eso es mucho más antiguo aún que yo, asín que lo que le cuento es cosa que me contaron a mi también hase muchos años. Rafael José Barbero se presentó en Madrid con tres toros el día 19 de septiembre de 1851, teniendo que añadir a su divisa encarnada y blanca otra sinta de color amarillo para diferensiarse de la del Duque de Veraguas. Coinsidió además el esplendor de la ganadería con el de Lagartijo el Grande y ello junto con la aparisión del tren hiso que sus toros fueran a muchas plasas de España.
-          Tanto que Lagartijo se topo con Indiano en Zaragoza ¿no?
-          Así es. El toro como se ve en el Museo Taurino era todo un galán. Cuentan que a la hora de matar Rafael al ver por donde tenía que pasar le dijo a su hermano: “Juan, estate preparado con el capote y me esperas en el rabo”. Lagartijo se tiro en la mitad de la “cuna” saliendo volteado porsima del burel, pero claro, allí estaba Juan Molina con el capote y libró a su hermano del peligro. Ni desir tiene que el toro rodó del espadaso.
-          Las cosas del primer Califa Rafael.
-          Así es amigo. Buena relasión tenía Lagartijo con el ganadero, tanta que dos años después en 1868 los toros de Barbero fueron los escogidos para la reinaugurasión del coso de Los Tejares.
-          ¿Y que paso finalmente con los toros de Barbero Rafael?
-          Pos que cuando falleció el ganadero se vendió la ganadería al sevillano Rafael Laffite y Castro quien la mantuvo con más o menos fortuna pasando una parte de ella con el tiempo a la familia Pablo Romero quien a través de mestizajes y crusas poco claras dieron lugar a una ganadería mítica.
-          Buena información Rafael. La pregunta es ahora la siguiente ¿Cómo sabe usted tantas cosas?
-          Mu sensillo. Mi afán por aprender. Es la única forma de saber sobre el toro y la fiesta. Herede de mi tío muchas cuartillas con apuntes, recortes de prensa y unos librillos que tienen más informasión de la que puede osté suponer.
-          Pero en esos apuntes y notas no creo que cuenten lo que me ha narrado usted de Lagartijo e Indiano en Zaragoza.
-          Bueno eso es de otra cosecha. Un hijo de Juan Molina, por tanto sobrino carnal de Lagartijo, fue un notable banderillero en la cuadrilla de su hermano Rafael Molina Martínez “Lagartijo Chico”. Al morir prematuramente, Manuel que así se llamaba, dejo los toros y se colocó como ordenansa en el Museo Taurino. Al pasar por la cabeza disecá del Indiano siempre contaba lo mismo ante la sorpresa de los visitantes: “Mi tío Rafael le dijo a mi padre, Juan espérame en el rabo”. Nadie suponía que el guía era sobrino carnal del primer Califa.
Rafael Molina "Lagartijo"


Reímos conjuntamente imaginando el cuadro de unos turistas sorprendidos ante el relato de un guía de museo. Terminamos nuestros vinos y cada uno se encamina para su casa. Los relatos de Rafael siempre tienen su punto de interés. Esperamos con ansía el próximo.

6/14/2013

EL VI CERVATILLO TAURINO PARA MORANTE DE LA PUEBLA


El jurado del Cervatillo Taurino, por unanimidad, ha reconocido a Morante de la Puebla como autor del hecho más destacado del ciclo ferial de Nuestra Señora de la Salud, concediéndole, por tanto , el Cervatillo Taurino en su sexta edición. El jurado considera que, en la tarde del día 1 de junio de 2013, Morante realizó dos faenas plenas de inspiración, de sensibilidad, de entrega, de gracia, de arte, de belleza y de naturalidad, tanto en el toreo de capa como con la muleta, consiguiendo emocionar a los tendidos, poniendo a todo el mundo de acuerdo, escribiendo una de la páginas más importantes de la historia del toreo en Córdoba. También se ha tenido en consideración la repercusión que dicha actuación ha tenido en los medios de comunicación a nivel nacional.

                El Cervatillo Taurino está patrocinado por el grupo de empresas Cabezas Romero y se instituyó en el año 2003; tras un paréntesis de 6 años se retoma en 2009 con un formato diferente, otorgando dos trofeos,  uno en el ámbito de la feria de mayo cordobesa y otro a nivel de la temporada en la provincia; en ambos se premia al autor del hecho más destacado, pudiendo recaer en personas o entidades.

                Una vez finalizada la temporada, se fallará el Cervatillo Taurino correspondiente al ámbito provincial.


                El Cervatillo Taurino, que se ha convertido en los últimos años en uno de los trofeos más prestigiosos, ha premiado, entre otros a Enrique Ponce, a Jesulín de Ubrique, a Antonio Tejero, a José Luis Moreno, al  Ayuntamiento de Priego, al Ayuntamiento de El Viso, a la Asociación del Toro de Cuerda de Carcabuey, a la cuadrilla al completo de José Mª Manzanares y a don Eliseo Morán Gómez.

Foto: Cervatillo de Medina Azahara

6/11/2013

NATURALIDAD EN EL TOREO.

De crío los aficionados de verdad y la gente que me enseñó me hacian mucho hincapie que al torear había que estar delante del toro con mucha naturalidad.

Hoy veo esto....


...lo cantan como magisterio, poder y maestria. Yo solo veo retorcimiento y antinaturalidad. Una postura forzada para mostrar un toreo forzado.

La naturalidad en el toreo, desde mi punto de vista, es esto...


 ...o esto ...

...lo demás son mitos creados por ciertos "plumiferos" de hoy.

6/09/2013

TENDIDO CERO MALTRATA LA FERIA TAURINA DE CORDOBA


Muchos son los aficionados que siguen en televisión los programas taurinos. El único programa taurino en la parrilla de la televisión estatal, Tendido Cero, es referente de la información taurina en el ente. Esto es motivo, que le hace llegue a muchos lugares de todo el territorio nacional. Semana tras semana, cada sábado, el programa hace un paseo por las ciudades donde se han celebrado festejos, difundiendo resúmenes de las principales ferias que se dan por la piel de toro del país, llegando incluso a dar cobertura informativa a corridas y ferias del otro lado del océano como México o Colombia.
En el día de ayer Tendido Cero humilló la historia y categoría de la ciudad de Córdoba. Una vez celebrada la feria de Nuestra Señora de la Salud, el programa tan solo se hizo referencia al festejo del día uno de junio. Ese día en el que Morante de la Puebla dio una magnifica tarde de toros, cuajando dos faenas de sabor y toreria, que le valieron obtener cuatro orejas y un rabo y hacerse acreedor de la inmensa mayoría de los premios de la feria. Solo eso. Se omitieron el resto de corridas de toros, se obvió la rotunda faena de José Luis Moreno que también salió por la puerta de Los Califas, se omitió el paso por Córdoba de toreros como Finito de Córdoba, José María Manzanares, El Cid, David Mora, Talavante, Luque o Perera. Se hizo caso omiso igualmente a la enésima puerta grande conseguida por Diego Ventura en una plaza de primera categoría como Córdoba. Y lo peor es que no se ha valorado el enorme trabajo realizado por una empresa independiente encabezada por el venezolano Ricardo J. Ramírez y Antonio Tejero, que ha elevado el número de abonos y está luchando por devolver a la plaza al lugar que por historia y categoría le corresponde. No hay que olvidar, y desde aquí lo hacemos al programa de televisión, que la plaza de toros de Los Califas de Córdoba administrativamente es un coso de primera categoría y la aportación de la ciudad a la historia del toreo ahí esta escrita.
Por contra se dio una especial difusión a la feria del Corpus de Granada. Se hizo un breve repaso al resultado de las cuatro corridas celebradas, especialmente a la actuación de El Fandi en solitario, y se dio oportunidad de que un componente de la empresa hablara del trabajo realizado por la misma para revitalizar la plaza granadina. ¿Por qué señores de Tendido Cero? ¿Por qué interesa poner en valor Granada y olvidar Córdoba? ¿Por qué se deja Córdoba en el cajón, rescatada gracias a la gran actuación de Morante, y se enaltece lo ocurrido en la capital granadina? 
La respuesta se me antoja sencilla. Granada esta regentada por una empresa que está dentro del sistema y la de Córdoba es una empresa independiente. Una empresa independiente a la que el sistema no ha perdonado nada, como ha denunciado Pedro Javier Cáceres en su programa La Divisa de Onda Cero,  mientras a la de Granada se le ha pasado la mano en exceso dando al parecer muchas facilidades. El sistema todo lo controla y todo lo manda. Tanto es así que la feria de Córdoba, según Tendido Cero, no ha existido. Solo lo ha hecho durante los cuarenta minutos que duraron las dos faenas de Morante de la Puebla. Y al día de hoy ya se sabe. Lo que no sale ni se ve por televisión no existe. Demos gracias al sistema que maneja el mundo de los toros para su propio beneficio y no para el de la propia fiesta.

6/07/2013

MORANTE DE LA PUEBLA ARRASA CON LOS PREMIOS DE CORDOBA


El matador de toros sevillano Morante de la Puebla, tras su actuación en la pasada feria de mayo, sigue acaparando premios puestos en liza por distintas instituciones. Los primeros en fallarse fueron el Trofeo Municipal Manolete, puesto en liza por el Ayuntamiento, y el Mithra, instituido por la Tertulia Manuel Rodríguez Sánchez Manolete. Pues ahora Morante de la Puebla ha conquistado los de Triunfador de la Feria, Mejor Faena y Mejor Toreo de Capote, de los patrocinados por El Corte Inglés.

También han sido premiados por la mencionada entidad el picador de la cuadrilla de José María Manzanares, Pedro Morales ‘Chocolate’ por el mejor puyazo al sexto toro de la corrida del día 1 de junio. El mejor par de banderillas ha recaído en el subalterno de la cuadrilla de David Mora, Félix Jesús Rodríguez por el par puesto en el sexto toro de la corrida del viernes día 31 de mayo. El matador de toros de Salteras, Manuel Jesús ‘El Cid’ ha sido galardonado con el premio a la mejor estocada por la recetada al quinto toro de la corrida celebrada el jueves 30. Este año El Corte Inglés ha instituido un premio al mejor toreo a caballo que ha recaído en el caballero luso-sevillano Diego Ventura por su actuación en la corrida de rejones del día 26 de mayo, donde cortó tres orejas y consiguió abrir la Puerta de los Califas. Se han declarado desiertos los convocados a mejor toro de la feria y a la mejor brega.


El premio especial del Jurado ha sido concedido en esta edición al matador de toros sanluqueño, Paco Ojeda, por su dilatada trayectoria en los ruedos. Igualmente se acordó hacer una distinción especial al veterano fotógrafo taurino, Francisco Cano Lorenza, que a sus 101 años aún continua cubriendo gráficamente muchas ferias taurinas.

Igualmente el Circulo Taurino de Córdoba ha fallado recientemente sus premios su veredicto ha sido el siguiente: Premio "Toro de Oro" al mejor toro de la feria, desierto; premio "Zurito" al mejor puyazo de la feria, desierto; premio Juan Molina a la mejor brega a Francisco Javier Amores "Curro Javier" de la cuadrilla de José María Manzanares, por la brega desarrollada en el tercer toro, de la ganadería de Juan Pedro Domecq el día 1 de junio; premio Manuel Saco "Cantimplas" al mejor par de banderillas a Félix Jesús Rodríguez, de la cuadrilla de David Mora por el par colocado al sexto toro de la ganadería de Núñez del Cuvillo la tarde del día 31.

El Jurado ha tenido una mención especial a las ganaderías de La Quinta y "La Morantilla" por el excelente juego de los novillos en los dos festejos sin picadores.

6/05/2013

LA FERIA TAURINA DE 2013, UN PUNTO DE INFLEXIÓN.


La feria taurina de Córdoba de 2013 será recordada como la feria en que Morante de la Puebla cortó un rabo y soñó el toreo. Una edición que debe de suponer, por el resultado artístico alcanzado, un punto de inflexión y servir para que Córdoba, a pesar de su eterno solapamiento con el ciclo isidril madrileño, vuelva a tener influencia en el llamado mundo de los toros. Pero no solo la apoteosis morantista debe marcar el futuro de la Córdoba taurina. Todo ha venido motivado por una planificación que ha devuelto a Córdoba volver a ser una feria racional, natural y alejada del artificioso número de festejos de ediciones anteriores.

La feria pasada ha vuelto, como ha quedado dicho, a ser un ciclo tradicional como había sido siempre Córdoba. Tres corridas de toros y una de rejones, aderezadas con dos festejos menores para aspirantes. Quizás ha faltado alguna novillada con picadores pero con la elevada carga fiscal que actualmente tienen estos festejos, ha hecho en esta edición inviable prácticamente su inclusión, pese a la demanda de algunas peñas cordobesas. Esta reducción de festejos, así como una estudiada campaña de marketing y ajuste de precios, ha sido motivo para que se haya incrementado el número de abonados y con ello la asistencia de público al Coso de los Califas. Por esto hay que reconocer el magnífico trabajo realizado por la nueva empresa encabezada por el venezolano Ricardo J. Ramírez y el cordobés Antonio Tejero.


Desde el punto de vista artístico lo vivido en la corrida del sábado pasará a los anales de la historia del coso de Los Califas. Morante de la Puebla soñó, e hizo soñar, el toreo. Dos faena rotundas en formas y fondo. Barrocas, variadas y de una belleza sin igual, el torero de Puebla del Río escribió una página de oro en la historia del torero en el que a la postre los trofeos obtenidos no son más que una anécdota, pues lo que destacó fue el toreo eterno, que siempre está por encima de despojos de casquería. La tarde del jueves José Luís Moreno se volvió a reivindicar una vez más, y van ya unas pocas, y pidió ocupar un sitio de mayor privilegio en el escalafón. Su toreo rotundo, macizo y de mucha verdad merece ocupar mejor lugar del que ocupa. El actual sistema empresarial taurino es insensible e inmisericorde con un torero que concibe el toreo mejor que muchos otros compañeros que acaparan puestos en los carteles solo por el hecho de estar apoderados por casas fuertes dentro del mencionado sistema. Destacó igualmente el madrileño afincado en Borox, David Mora, que cortó una oreja en una tarde en que estuvo valiente y con mucha entrega ante un insípido encierro de Núñez del Cuvillo. También cortó una oreja El Cid que mostró más disposición que en ediciones anteriores. Cuajó un trasteo que no paso de formas correctas y pulcritud, que remato de forma acertada con el estoque. Igualmente obtuvo un trofeo un Finito de Córdoba. En este año en que aparece con otra actitud en los ruedos, el de Sabadell logró cuajar una faena de mucha calidad la tarde del suceso de Morante, esa misma tarde José María Manzanares no tuvo acople con su lote aunque mostró algunos retazos de su calidad. Pasaron de puntillas un superficial Daniel Luque, un Miguel Ángel Perera que solo pudo dibujar alguna tanda al natural y un insípido Alejandro Talavante. En la corrida de rejones Diego Ventura abrió la Puerta de los Califas tras cortar tres orejas por unas faenas en las que exhibió una gran cuadra y puso de manifiesto su gran facilidad para llegar a los tendidos con una monta alegre. Leonardo Hernández cortó una oreja con su estilo clásico y ortodoxo que tuvo poco eco en el tendido, todo lo contrario que Cartagena que cortó otra oreja en unas labores en las que hubo más ruido que nueces.



Entre los novilleros aspirantes destacar al venezolano Manolito Vanegas que se mostró variado la tarde en que se lidiaron los ejemplares de La Morantilla, magníficos de juego, y en la que José A. Alcalde ‘El Rubio’, que cortó una oreja, y Romero Campos pusieron de manifiesto sus ganas de ser toreros. En la otra novillada la terna actuante desaprovecho la calidad de una brava y encastada novillada de La Quinta. Rafael Reyes cortó una oreja y Javier Moreno ‘Lagartijo’ volvió a mostrar sus formas toreras pero como siempre sin espada, mostrando el tercero en discordia, Emilio Bresó, su valor seco y personalidad.


En el aspecto ganadero la empresa cumplió lo prometido. Se subió un punto la presentación y se evitaron los desagradables problemas en los corrales. Magnificas las novilladas de erales de La Quinta y La Morantilla. Los ‘murubes’ de La Castilleja colaboraron con los montados pero pusieron de manifiesto que le sobraban algunos kilos. Con clase los de La Palmosilla, fiasco los de Núñez del Cuvillo y nobles los Juampedros. El aspecto en cuanto a presentación se saldó de forma positiva, pero se echó en falta un toro mucho más enrazado y encastado, pero ya se sabe, el toro que prefieren las figuras es el que es. Si se pretende ver otro tipo de toro, obviamente será en otro tipo de cartel con otros espadas, que no tendría el tirón mediático para el gran público, que uno con los que encabezan el escalafón.

6/02/2013

MORANTE DE LA PUEBLA SE TRANSFIGURA EN LOS CALIFAS


La anarquía de su toreo de inspiración, de genialidad, superó con creces la frontera entre la tauromaquia de normas, de lo que la hace suprema


Muchos ponen en duda que el toreo sea un arte. La tauromaquia es vista en la actualidad como algo arcaico, cruel, sangriento, una ceremonia anacrónica para nuestros tiempos. Para muchos, la fiesta más culta de todas las fiestas, como la calificó García Lorca, esta abocada a la desaparición. ¡Que equivocados están! La fiesta esta viva, más viva que nunca. Y vivirá siempre, sobre todo, cada vez que alguien sea capaz de hacer lo que hizo ayer un hombre en el Coso de los Califas. Un torero que abandonó su cuerpo y dejó a su alma crear algo bello y emotivo. El toreo es belleza. El toreo es arte y sensibilidad. Por eso, los cimientos de la plaza de toros de Córdoba crujieron en la tarde de ayer como hacía tiempo que no lo hacían. Un hombre llamado José Antonio Morante Camacho, y apodado Morante de la Puebla hizo el milagro. Un milagro que sólo está al alcance de los privilegiados, de los que poseen el toque de los grandes genios. Contar lo que hizo en la tarde de ayer Morante de la Puebla en Córdoba, es muy difícil. Muy difícil para un cronista que no es más que un mortal más en este mundo. El torero ayer volvió a ser un héroe, un ser tocado por las musas y que fue capaz de hacer enloquecer a la masa en estos tiempos en los que los héroes están ausentes en nuestra sociedad. 



Morante creó arte con sus avíos toreros. Lo hizo con un material vivo, y no inerte, como es el toro de lidia. No se trata de contar como fueron los lances con el capote, ni como con la tela escarlata de la muleta barría el albero califal llevando embebida las embestidas de sus dos toros. Lo hecho por el de la Puebla escapa de cualquier descripción precisa y somera. La anarquía de su toreo de inspiración, de arrebatamiento y de genialidad, superó con creces la frontera entre la tauromaquia de normas, de lo que la hace suprema y única entre todas las disciplinas, ya sean artísticas o meramente las sujetas a unas cerradas normas escritas o preestablecidas. Morante soñó e hizo soñar lo que es el toreo eterno. Mas allá de hablar de despojos, ayer de lo que había que hablar era de toreo, pero con mayúsculas. Un toreo que cautiva a un espectador hastiado de tardes plomizas y vacías. De toreros sin alma, o vendidos a la técnica que les permite torear tarde tras tarde sin ser capaces de hacer sentir algo distinto al público. Lo dicho, Morante es diferente. El de Puebla del Río cuando está inspirado, no todas las tardes se puede estar de la misma forma, es capaz de todo. Tanto que cuando en las postrimerías de la faena al quinto la música cesó, el toreo seguía presente. Se escuchaba como el fleco de bellota de cualquier paso de palio se oye en la angostura de una calle durante la madrugada en Semana Santa rozar con los argénteos varales. Los adornos y remates trajeron, Guadalquivir arriba, aromas de la marisma, olores de Gelves donde Joselito El Gallo acuñó y puso los cimientos de la nueva tauromaquia en la llamada Edad de Oro del Toreo. Morante de la Puebla hizo historia en Córdoba, la ciudad de Los Califas se rindió ante un torero genial y único. Un acontecimiento que se antoja será muy difícil a volver a vivir. 




Los otros dos actuantes, pese a estar bien con sus toros, fueron eclipsados por lo realizado por el torero sevillano. La tarde fue de Morante desde que se hizo presente en el ruedo.



Finito de Córdoba volvió a su casa un año más. Se vio a un torero con una actitud distinta a la de años pasados. Un diestro al que el tiempo ha dado un aroma añejo y de mucho regusto para el paladar. Recibió a su primero con una larga cambiada de rodillas en el tercio, para luego veroniquear con gusto y sentido de la estética. Con la tela roja hilvanó un toreo donde mostró el momento dulce por el que atraviesa. Toreo de sabor y calidad que siempre tuvo, pero aderezado con la maestría que dan los años. Mató de una estocada que precisó dos golpes de verduguillo que no impidieron que el aficionado, su público de siempre, le pidiese una oreja que una benévola presidencia tuvo a bien conceder. 




En su segundo se encontró con un astado muy mermado de fuerzas. Con calidad pero que precisaba mucho mimo. Finito, que brindó a sus compañeros de terna, lo intentó. Pero al final todo quedo en la nada. Algún muletazo con gusto y poco más. No obstante, volvió Finito a demostrar que esta temporada es otra su mentalidad, que se ve claramente reflejada en su hacer sobre la arena. 





Torear después de Morante ayer era muy difícil, por no decir que imposible. José María Manzanares lo intentó en los dos toros. El torero de alicante no paso de correcto. Sus trasteos resultaron estéticos, plásticos, pero la profundidad brilló no por ausencia, sino por ser muy superficial. Recibió a su primero, espoleado por Morante, con variedad capotera intercalando chicuelinas de manos bajas antes del remate. Luego con la muleta mostró disposición y ganas pero no acabo de encontrar el acople deseado. La faena aunque estética, con su habitual elegancia y buen gusto, no tuvo la profundidad deseada. No obstante, si los aceros hubieran viajado certeros algún trofeo hubiera ido a parar a sus manos. 




En su segundo, al que cuajó un buen ramillete de verónicas, se topó con un animal, que aunque con clase y calidad, fue de más a menos, impidiendo a Manzanares alcanzar el lucimiento deseado. Para terminar hay que hacer constar que también hay torería entre las cuadrillas. Destacó una vez más a la cuadrilla del torero de Alicante. Curro Javier, Juan José Trujillo y Luis Blázquez lucen siempre. También el picador Chocolate hizo la suerte de picar con pureza. Estuvieron toreros Oliver, de la cuadrilla de Finito, y José Antonio Carretero, a las ordenes de Morante. 


Pero ayer los simples mortales quedaron evidenciados por un torero venido del Olimpo de la divinidad y la perfección. Y Morante se transfiguró en Los Califas.

Ficha técnica

GANADERIA: Seis toros de Juan Pedro Domecq, correctos de presentación. Nobles y colaboradores con los toreros pero justos de fuerza y de más a menos. Los mejores los jugados en primer, segundo y quinto lugar.

TOREROS: Finito de Córdoba (azul noche y oro). Oreja tras aviso y ovación con saludos. Morante de la Puebla (negro y plata). Dos orejas y dos orejas y rabo. José María Manzanares (nazareno y oro). Ovación con saludos y ovación con saludos.

INCIDENCIAS: Plaza de toros de Los Califas de Córdoba. Sexto festejo del abono de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Más de tres cuartos de plaza en tarde de buena temperatura. Las cuadrillas bien en lineas generales destacando entre los montados Chocolate, de la cuadrilla de Manzanares. Entre los de a pie Oliver, Carretero, y la cuadrilla de Manzanares, Curro Javier, Trujillo y Blázquez. Al finalizar el festejo Morante de la Puebla fue sacado a hombros por la Puerta de los Califas.

El Día de Córdoba (02/06/13)

6/01/2013

CUVILLO O EL TORO INCOMPLETO


El toro es el pilar sobre el que se fundamenta la fiesta. Cuando falla es obvio que la fiesta se derrumba. Hoy se han cambiado los criterios selectivos en la cabaña brava. No hay que olvidar que la lidia cuenta con tres tercios o actos. A saber, el primero de varas, el segundo de banderillas y el tercero de muerte. El toro debe de ser seleccionado para la fiesta en sus tres partes. El toro de hoy, los ‘cuvillos’ de Córdoba por ejemplo, es seleccionado únicamente para el tercio final y con el solo objetivo de buscar el lucimiento del espada de turno. El concepto puede ser válido pues los tiempos cambian, pero hay que admitir, que se está cercenando a la lidia de una parte de su liturgia. También hay que contar que las características que más se buscan son: nobleza, nobleza y nobleza, porque el toro pierde su carácter fundamental, que no es otro que su capacidad para combatir en todos los tercios de la lidia. En Córdoba falló el toro. Falló estrepitosamente. Cuvillo, el ganadero más deseado por el escalafón, echó un buen borrón. La corrida fue un desierto, un pedregal. Seca y árida. Hay que cambiar la selección buscando un toro que dé el dinamismo y frescura que hoy hace falta a la fiesta.

DAVID MORA, UN OASIS EN EL DESIERTO

David Mora, en la vuelta al ruedo


El madrileño cortó una oreja a su primero en una faena en la que dio tiempos muertos, entre tanda y tanda, para que el toro no se desengañara

La fiesta de los toros, para ser atractiva para el gran público, necesita que sea dinámica. Ese dinamismo lo aporta, fundamentalmente, el toro. Por ello, si el animal falla, la fiesta resulta plomiza, gris y propensa al tedio. Es entonces cuando el público se enfada. Eso es lo que pasó a la postre en la tarde de ayer en Córdoba. Los toros llegados desde El Grullo, sin lugar a dudas seleccionados con mimo por el ganadero, dieron al traste con el desarrollo de la corrida. Astados que evidenciaron una falta de raza alarmante. Toros sin contenido, sin el ingrediente necesario para que los matadores alcanzaran el lucimiento deseado. Y de esto no tiene la culpa nadie. La selección no está siendo acertada en estos tiempos. Se busca un toro tan noble, que en ocasiones echa a perder el resultado de una corrida de la que el público siempre espera lo mejor. La de ayer, por los motivos apuntados, fue un desierto desde el punto de vista artístico. Un pedregal, seco, árido y sin agua. Menos mal que en todo desierto hay un oasis. En la tarde de ayer ese aire de frescura vino de la mano del madrileño afincado en Toledo David Mora, que gracias a su disposición y formas, logró por un momento hacer felices a los congregados en los escaños del coso califal. 

Perera en su primero al natural
Tuvo la corrida ya mal principio. El primer toro mostró una descoordinación en sus movimientos alarmante. Tanto es así que le costó seguir el paso a la parada de mansos en su vuelta al corral. Fue sustituido por un sobrero de la misma casa ganadera ante el que Miguel Ángel Perera quedó inédito con el capote. Lo intentó por chicuelinas en un quite que tuvo cierto ajuste. Con la tela escarlata inició el trasteo por alto para continuar con una labor en la que siempre estuvo por encima de su oponente, con temple, sin que llegara nunca a coger el vuelo deseado. Correcto siempre en las formas, concluyó con el toreo de cercanías buscando el aplauso de un público que tras matar de una estocada trasera le pidió minoritariamente un trofeo que no fue concedido. En su segundo, un toro sin transmisión alguna, al que recibió correctamente a la verónica, le planteó un trasteo que se fue difuminando poco a poco debido a las condiciones adversas de su enemigo. 

Alejandro Talavante en su primero
Con lances a pies juntos saludó Alejandro Talavante a su primero, que el público agradeció. Quitó con el capote a la espalda David Mora en este toro, poniendo en evidencia la actitud con la que afrontaba su compromiso en Córdoba. En el tercio final, Talavante muleteó con quietud y tratando siempre de ligar los pases, extremo que consiguió en las dos primeras tandas. Luego, el animal se apagó y todo quedó en una labor en la que la voluntad fue el principal aval. En su segundo quedó prácticamente inédito con capote y muleta. Talavante se aburrió pronto. Un par de tandas desiguales en su concepción y forma fue todo. Mató mal. 

Mora en los inicios de faena al toro que desorejó
David Mora ha dejado de ser una novedad. El madrileño, que se presentaba en Córdoba en festejo mayor, mostró una gran disposición y fue el único que consiguió sacar al público del tedio. Lúcido fue su recibo capotero al jabonero que hizo tercero. Tras una buena brega de Félix Jesús Rodríguez, David Mora planteó un trasteo inteligente. Dio tiempos muertos, entre tanda y tanda, al objeto de que el toro no se desengañara y enjaretó una faena compacta con su particular sello. Dispuesto, adelantando el engaño y tratando siempre de correr la mano con temple, ligó los muletazos con ambas manos, aguantando algún parón o mirada incomoda del Cuvillo. Lució su toreo con la mano izquierda, donde los naturales resultaron largos y templados. Remató con una manoletinas y tras una estocada cortó una oreja. 

David Mora con la derecha
En su segundo, al que recibió con una larga de rodillas, lo veroniqueó con gusto, siendo muy aplaudido. Quitó por chicuelinas muy ceñidas. Tras un tercio de banderillas tras el que tuvo que saludar Félix Jesús Rodríguez. Mora, volvió a mostrar su condición de torero consolidado. Con la muleta estuvo con mucha decisión y solvencia. Sobre todo porque el toro se movió con peligro sordo y Mora le expuso mucho en cada muletazo. Valiente a carta cabal, Mora trató de agradar consiguiendo muletazos de gran exposición y mérito. En conjunto, la labor de David Mora fue lo más destacado de la tarde. Un oasis en el desierto.

GANADERIA: Seis toros de Núñez del Cuvillo, el primero lidiado como sobrero, justos de presentación y de pobre juego. Descastados y viniéndose a menos durante la lidia.

TOREROS: Miguel Ángel Perera (grana y oro). Ovación con saludos tras leve petición y silencio tras aviso. Alejandro Talavante (blanco y oro). Ovación con saludos y silencio. David Mora (malva y oro). Oreja y ovación con saludos.

INCIDENCIAS: Plaza de toros de Los Califas de Córdoba. Corrida de toros. 5º festejo del abono de la feria de Ntra. Sra. de la Salud. Poco más de media entrada en tarde primaveral. Destacó entre las cuadrillas Félix Jesús Rodríguez de la cuadrilla de David Mora, tanto en la brega como con las banderillas.

El Día de Córdoba (01/06/2013)