1/06/2012

PENSAMIENTOS EN TORNO A LA LUMBRE-II (El G-10 y Tomás Prieto de la Cal)

Desde que algunos matadores considerados las figuras del momento, aunque no hayan visto un toro de verdad en su vida, conocidos como el G10, hicieran un movimiento para tratar de solucionar la problemática de la fiesta de los toros, todo parecía que iba a cambiar. El tiempo ha pasado y se está viendo que este grupúsculo de coletas, lo que pretende no es arreglar el panorama taurino actual. Lo que realmente buscan es el  beneficio propio, no el de la fiesta de los toros. Sus reuniones con un gobierno agonizante para pedir el paso de la fiesta desde interior a cultura, no fue más que un brindis al sol. Hasta el momento no sabemos para que ha servido esta transferencia de competencias. Aún desconocemos si  para la campaña que se avecina que tipo de IVA se aplicará, si el que hasta ahora se ha venido aplicando, o se nos rebajara, para mayor beneficio de los espectadores, al tipo que se aplica al cine, teatro u otras artes escénicas. Esa debiera ser la preocupación y no la que traen con las primeras contrataciones de las ferias mas inminentes. La última perla es la de los derechos televisivos como si se trataran de unas estrellas que en estos tiempos brillan con minúscula luz. Si comparamos a los toreros con futbolistas, cantantes, actores, etc… nos damos cuenta que hoy por hoy en nuestra sociedad un torero es eso, simplemente un torero, sin más brillo mediático que aquel que puedan alcanzar por sus líos de faldas, calentamiento de bragueta y punto pelota.
Mal nos irá si nos dejamos seducir por las reclamaciones e imposiciones de estos toreros y sus mentores, que son los que realmente manejan el cotarro. En vez de preocuparse de los problemas que azotan la fiesta desde fuera, se dedican a acrecer los de dentro, que no sabemos cuáles son peores. Si esto no se aclara, de seguro que los derechos y esta empresa a la que han cedido los mismos y representación, crearan más de un problema. Tiempo al tiempo.
El grupo denominado G10 tampoco se muestra preocupado por la defensa del pilar básico de esta fiesta. El toro. Es lógico están tan a gusto con el toro “artista” de hoy, que no se preocupan de dar la importancia que el toro precisa. Algunos de sus mentores aprovechan del río revuelto y crean cebaderos para surtir de “perritoros” las plazas donde actúan, ya no solo sus pupilos, si no en cualquier fecha y cartel. Están equivocados, el toro es motivo de defensa vital. Sin toro, estoy cansado de repetirlo, no hay una fiesta viva y dinámica. Pero al toro de hoy no lo defiende nadie. Ni los que los crían. Los ganaderos solo están preocupados de vender su producto, que no le cueste dinero y para ello si tienen que adulterar el producto, se adultera y punto. Que los del G10 exigen fundas, pues fundas; que se tienen que “humanizar” los pitones, se arreglan y punto; que se tienen que vender camadas enteras de erales o añojos al “recriador” de Salamanca, se venden. Es la ley de la oferta y la demanda. Su ley.
Hasta su centenario órgano de representación, la Unión de Criadores de Toros de Lidia, atraviesa una crisis aguda. El vacío de poder es manifiesto. Los candidatos que se postulan, aunque cueste decirlo, tienen menos fuerza en el mundo taurino que una gaseosa. Hace falta alguien con personalidad, con carácter, integro. Sería la única manera de revitalizar una entidad que en su momento abrió tanto la mano que perdió su sentido y se plegó a los intereses de los que antes buscan protagonismo a costa de la fiesta. Hace falta pegar, desde esta asolerada institución, un puñetazo en lo alto de la mesa y poner las cosas en su sitio.
A través de mi compañero y amigo, Javier García-Baquero y su blog "Ambitotoros" leo una entrevista a un hombre que ha dicho las verdades del barquero, colocando a cada cual en el sitio que le corresponde. Sin pelos en la lengua. Me estoy refiriendo al ganadero onubense Tomás Prieto de la Cal, a quien conozco y admiro. Le reprocho solo su egoísmo de mantener en exclusiva un encaste único. Si fuera generoso, podría tener fuera de su casa alguna reserva genética, para sí la ocasión lo requiere echar mano en caso de alguna necesidad, pero todo es respetable. Su celo por lo propio también. Pero retomando el tema sobre los problemas que nos golpean, ha metido el dedo en la llaga.
No voy a transcribir la entrevista completa, quien quiera leerla que visite el blog del amigo García-Baquero, pero voy a mostrar dos perlas en las que el señor de “La Ruiza” ha dado de pleno.
Sobre los “señoritos” del G10: “Los toreros que han ido a solicitar que pase a cultura, lo cual no tiene ninguna importancia, son precisamente los toreros que no quieren ver a un toro bravo ni por asomo. El grupo G10 de toreros no quieren los toros bravos, entonces, ¿Cómo pueden ser los portavoces de un mundo del toro, dónde el eje de la Fiesta Nacional debería ser el toro bravo y ellos huyen de él?”Sobre el futuro de la fiesta: “Esto tiene que cambiar radicalmente, o seremos nosotros mismos, los que componemos el planeta taurino los que nos cargaremos la fiesta, si cambia la fiesta hacia los novilleros, los encastes y la afición, entonces tendremos un futuro fuerte en el que nadie podrá prohibir la Fiesta, pero si eso no cambia, el futuro es negro.”
Se puede decir más alto, pero no más claro. Gente así está haciendo falta en el mundo taurino. Los demás sobran, hace falta integridad y poco más. A don Tomás Prieto de la Cal Picón le sobra.

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